18 ene 2013

Felices aunque nos cueste la tristeza


La felicidad es un estado mental que nos permite apreciar cualquier cosa.

Todas las personas aspiramos a ser felices pero muchas veces nos perdemos en el camino de las preocupaciones, tristezas, miedos, ansiedades que llenan nuestra vida y no nos dejan ver que la fuente de la felicidad esta en nosotros y que solo hay que abrirle la puerta y dejarla que nos deslumbre. 

Muchas veces confundimos el tener (objetivos) con el ser....  Se supone que todo lo que hacemos, planeamos, compramos en la vida es porque creemos que nos permitirán vivir bien y ser felices. Estudiamos para tener una cierta preparación que nos permita obtener un trabajo en el futuro que nos guste, o que nos aporte un buen salario. Buscamos una pareja, nos rodeamos de amistades, creamos una familia. Viajamos, decoramos nuestra casa y consumimos productos que nos prometen la felicidad. No hay cosa que no hagamos, presuntamente, porque nos ayudará a estar mejor, a corto, medio o largo plazo. Las prioridades cambian según las personas, pero el objetivo es el mismo: vivir la vida que más nos gusta vivir.

Todo el mundo aspira a la felicidad, y sin embargo, pocas personas nos atrevemos a admitir que lo somos de manera permanente. A lo sumo, reconocen esporádicos momentos fugaces de felicidad. Y en muchos casos, escucharemos que la felicidad permanente simplemente no existe.
Y sin embargo, siento que todos nacemos con el deseo de acercarnos a la felicidad y alejarnos del sufrimiento y si no conseguimos nuestro objetivo es simplemente porque desconocemos las causas de la felicidad, así como las causas del sufrimiento.
En otras palabras, la infelicidad es una mera consecuencia de nuestra ignorancia.

En general, podemos observar que tenemos la tendencia a considerar que la felicidad proviene de las circunstancias externas. Dedicamos gran parte de nuestra vida al trabajo, a adquirir objetos, a nuestra vida familiar, a nuestras amistades... convencidos de que les necesitamos para ser felices. Por otra parte, pienso que cualquier cosa que es causa de felicidad no puede ser causa de sufrimiento: ya que seria incompatible. Y sin embargo, cuántos dolores de cabeza nos da buscar un trabajo, y luego el trabajo en sí mismo; mantener el coche que nos hizo tan feliz, la familia incluso, nuestra pareja, nuestros amigos. En todo eso encontramos momentos de gran felicidad, pero también muchos problemas y mucho dolor.

Todo eso forma parte de tu vida y esta bien que así lo sea pero no creo que dependa como tu ultima expresión de ser feliz, nada de todo ello, en sí mismo, puede ser causa última de felicidad.

Hay muchas teorías que insisten en la reflexión sobre qué es la felicidad y qué es el sufrimiento, y en última instancia llega a la conclusión de que ambos son "estados mentales". "Las circunstancias externas en sí mismas no son la causa de nuestra felicidad o nuestro sufrimiento, desde el momento que una misma circunstancia puede ser origen de dolor para una persona y de placer, o simplemente indiferencia, para otra. Los problemas, las dificultades, no son más que sensaciones desagradables que sólo parten de la mente, de nuestra interpretación, de nuestros engaños. La felicidad, por otra parte, sólo puede surgir de la paz interior, y sin paz interior ninguna situación externa puede hacernos felices". Ribas.


Pienso que no es difícil observar como nos comportamos con las buenas noticias y las malas noticias.  ¿Porque no puedes sonreír a las dos vertientes? 

Pienso que la raíz de todos nuestros males reside en las percepciones distorsionadas de nosotros mismos, de los demás y del mundo que nos rodea, como un espejo defectuoso que no refleja la realidad, por ejemplo, cuando nos enfadamos, sólo vemos los aspectos negativos de la persona o situación que supuestamente "nos produce" el enfado. Al igual ocurre con la confusión y el apego, que constituyen las bases sobre las que se asientan otros muchos otros engaños, como los celos, la envidia, la codicia, etc.
  
Todas nuestras acciones mentales dejan impresiones en nuestra mente. No produce los mismos efectos una mente de amor que una mente de odio, por eso es tan importante observar nuestros pensamientos y nuestras emociones. Elimina los pensamientos negativos y transformarlos en positivos para no generar reacciones contraproducentes, y reafirmar la positividad eficaz para tu paz interior y felicidad que emanara de ti de manera constante. 

Solo queda por decir que no permitas que tu felicidad dependa de un ser o de una cosa o cosas..... la búsqueda de la felicidad esta en ti y proviene de ti. 


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